24 de abril – Las ranas y los malos hábitos – La maravillosa creación de Dios

Las ranas y los malos hábitos “Piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en…

 24 de abril – Las ranas y los malos hábitos – La maravillosa creación de Dios

Las ranas y los malos hábitos

“Piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo puro, en todo lo agradable, en todo lo que tiene buena fama” Filipenses 4:8.

Como ya sabes, las ranas son diferentes a los niños. Lo sabías, ¿verdad?

Pero puede que no sepas muchas de las cosas que las ranas hacen de forma diferente a los seres humanos. Aquí hay algunas diferencias: saltan en vez de andar, pasan horas y horas de su vida en el agua, y además comen insectos.

Puede ser divertido saltar en vez de andar. Y, seguramente, disfrutas pasando horas nadando y jugando en el agua. Pero no creo que te apetezca mucho comer insectos.

¿Alguna vez sentiste dolor de estómago? No es divertido, ¿verdad? A nadie le gusta estar enfermo. Eso es algo que algunas ranas tienen en común con los seres humanos, porque a ellas tampoco les gusta estar enfermas. Por eso, cuando algunas especies de ranas comen algo venenoso, vomitan su estómago, lo limpian con las patas y se lo vuelven a tragar para poder seguir su camino. ¡Qué desagradable!, ¿no crees? Pero estas ranas saben que es mejor expulsar lo malo, lo antes posible, para no enfermar y morir.

A veces, adquirimos malos hábitos, pero pensamos que nos libraremos “con el tiempo” de ellos. Puede ser comer mucha comida malsana, ver horas y horas la televisión o contestarle a tus padres. Es fácil pensar que dejarás de hacerlo cuando seas mayor, pero los malos hábitos son más difíciles de abandonar cuanto más tiempo llevan en tu vida.

Sé como esta rana. Con la ayuda de Jesús, haz lo que sea necesario para eliminar las cosas que te perjudican. Estoy segura deque te alegrarás de haberlo hecho.

Vicki

Vicki Redden

Trabaja para la revista Insight y disfruta con los niños
de todas las edades. Vive en Maryland con su esposo Ron y sus dos perros, y ha explorado la creación de Dios desde Australia hasta el jardín de su casa.

Dee Litten Reed

Creció en una granja de Virginia, Estados Unidos,
rodeada de animales de granja, así como de algunas criaturas silvestres que rescató. Le encanta visitar zoológicos y acuarios con su nieto Tommy. También disfruta observando a las ballenas que navegan frente a la costa de Ventura, en California.

Joelle Reed Yamada

Dejó de dar clases en la escuela durante un año para irse de mochilera a recorrer el mundo. Ella y su esposo Brent viven en una granja en Inglaterra. Es profesora de Psicología y está descubriendo lo que es ser granjera. Siempre cuida de su perrita Nala e intenta que no se meta en problemas.

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