22 de Noviembre – La unión hace la fuerza – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!” (Eclesiastés 4:12,…

 22 de Noviembre – La unión hace la fuerza – Un Rayito De Luz Para Cada Día

“Uno solo puede ser vencido, pero dos pueden resistir. ¡La cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente!” (Eclesiastés 4:12, NVI).

Un padre notó que sus hijos empezaron a tener peleas muy seguido entre ellos. No se ponían de acuerdo en nada y se llevaban muy mal. Cuando uno tenía alguna dificultad, los otros no lo ayudaban. Esto preocupó mucho al padre, y decidió darles una lección. Los llamó al jardín de la casa, donde tenía varias varas amarradas. Todos las miraron con intriga.

–¿Qué es eso, papá? –preguntaron.

Entonces, el padre les preguntó:

–¿Quién de ustedes se atreve a romper todas estas varas juntas?

Uno tras otro se esforzaron y lo intentaron, pero sin ningún resultado. Ninguno pudo conseguirlo. El padre, ante la frustración de sus hijos, desató el nudo, tomó las varas y las partió fácilmente una por una. Les dijo:

–Al igual que estas varas, si todos están unidos nadie podrá vencerlos, pero si están pelados y divididos, si no hay compromiso y lealtad entre ustedes, habrá gente que querrá romperlos haciéndoles mal, y lo logrará.

Esta ilustración nos hace recordar un conocido dicho que dice “la unión hace la fuerza”, pero me gustaría agregar que “el compromiso hace la unión” y solo entonces “la unión hace la fuerza”. En Eclesiastés, Salomón quiso resaltar el valor del compromiso y la lealtad que da como resultado la unidad. Una persona sola puede no tener la fuerza suficiente, pero cuando otras se comprometen y se unen, las fuerzas se multiplican.

¿Has visto los radios de la bicicleta? El secreto de la verdadera unidad es el compromiso entre nosotros, que está ligada a la unión con Dios: mientras más cerca estamos del centro, más unidos estamos entre nosotros.

En algún momento, todos pasaremos momentos difíciles en que necesitaremos la ayuda de otros. Puede haber cosas que no entendemos en la escuela, puede que tengamos que mudarnos y llegar a un lugar nuevo donde no conocemos a nadie, o quizá una enfermedad no nos deje salir de la cama.

No permitas que nada ni nadie te aleje de aquellos que te rodean. Un día ellos pueden necesitar de ti, y tú también necesitarás de ellos. Recuerda que uno solo puede ser vencido, pero varios pueden resistir, la “cuerda de tres hilos no se rompe fácilmente”, porque el compromiso y la unión hacen la fuerza. Magaly

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