Domingo 26 de marzo – LA BATALLA EN EL CIELO

JESÚS GANA, SATANÁS PIERDE “Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus…

 Domingo 26 de marzo – LA BATALLA EN EL CIELO

JESÚS GANA, SATANÁS PIERDE

“Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Apoc. 12:17).

Domingo: 26 de Marzo

LA BATALLA EN EL CIELO

Apocalipsis 12 presenta una oleada de episodios dramáticos, pantallazos del conflicto secular entre el bien y el mal que comenzó en el Cielo pero terminará aquí, en la Tierra. Estos acontecimientos recorren la línea del tiempo, desde la escena de apertura de la rebelión de Satanás en el Cielo hasta sus ataques viciosos contra el pueblo de Dios en los últimos días.

Lee Apocalipsis 12:7 al 9, que describe este conflicto cósmico entre el bien y el mal. ¿Cómo es posible que algo así pueda suceder en el Cielo? ¿Qué implican estos versículos acerca de la realidad del libre albedrío?

La libertad de elegir es un principio fundamental del gobierno de Dios, tanto en el Cielo como en la Tierra. Dios no creó robots, ni en el Cielo ni en la Tierra. Como seres humanos creados a imagen de Dios, podemos tomar decisiones morales.

El poder de elegir está estrechamente alineado con la capacidad de amar. Si se elimina el libre albedrío, se destruye la habilidad de amar, porque el amor nunca se puede forzar ni coaccionar. El amor es una expresión del libre albedrío. Todos los ángeles celestiales se enfrentaron a la decisión de responder al amor de Dios o de alejarse con egoísmo, arrogancia y orgullo. Así como el amor confrontó a los ángeles celestiales con una decisión eterna, Apocalipsis nos conduce a decisiones eternas en el conflicto final de la Tierra.

Nunca ha habido neutralidad en el Gran Conflicto (ver Luc. 11:23), ni la habrá en la guerra final de la Tierra. Así como cada ángel se decidió por el bando de Jesús o el bando de Lucifer, toda la humanidad se enfrentará a su decisión final e irrevocable en el tiempo del fin. ¿A quién le daremos nuestra lealtad, nuestra adoración, nuestra obediencia? Este siempre ha sido el problema con la humanidad, y será aún más dramático en la crisis final de la historia de la Tierra.

Pero, hay una noticia increíblemente buena: Apocalipsis 12 describe el triunfo de Cristo en el Conflicto, y todo lo que nosotros tenemos que hacer es decidir estar de su lado, el lado ganador, usando el libre albedrío. ¡Qué bueno es poder elegir el bando en una batalla en la que sabes de antemano cuál será el bando ganador!

Piensa en cuán sagrado debe ser el libre albedrío para Jesús que, aunque sabía que eso lo llevaría a la Cruz (ver 2 Tim. 1:9), de todos modos nos dio libertad para elegir. ¿Qué debería decirnos esto? ¿Con cuánto cuidado debemos usar este regalo sagrado, pero costoso?

Comentarios Elena G.W

Lucifer, como querubín protector, estaba rodeado de gloria. Sin embargo, este ángel a quien Dios había creado dotado de poder, llegó a sentir deseos de ser como Dios. Lucifer ganó la simpatía de algunos de sus compañeros sugiriéndoles pensamientos de crítica hacia el gobierno de Dios. Esa mala semilla fue esparcida de una manera sumamente seductora; y después de que brotó y se arraigó en la mente de muchos, recogió las ideas que él mismo había sembrado primero en la mente de otros, y las presentó ante las cortes más excelsas de ángeles como los pensamientos de otras mentes contra el gobierno de Dios. Así introdujo Lucifer la rebelión en el cielo mediante hábiles métodos diseñados por él mismo (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 4, p. 1165). Cada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en lugar de oraciones, no podía sino pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fué oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo, no serán abandonados al poder de Satanás o a las flaquezas de su propia naturaleza. Son invitados por el Salvador: “Echen mano ... de mi fortaleza; y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!” Los espíritus de las tinieblas contenderán por el alma que una vez estuvo bajo su dominio. Pero los ángeles de Dios lucharán por esa alma con una potencia que prevalecerá. El Señor dice: “¿Será quitada la presa al valiente? o ¿libertaráse la cautividad legítima? Así empero dice Jehová: Cierto, la cautividad será quitada al valiente, y la presa del robusto será librada; y tu pleito yo lo pleitearé, y yo salvaré a tus hijos”. Isaías 49:24, 25 (El Deseado de todas las gentes, p. 224). "El que no es conmigo contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama". El que está con Cristo y mantiene la unidad de Cristo, lo entroniza en el corazón y obedece sus órdenes, está a salvo de las trampas del maligno. El que se une con Cristo, recogerá para sí mismo las gracias de Cristo, y dará fortaleza, eficiencia y poder al Señor ganando almas para Cristo. Cuando Cristo se posesiona de la ciudadela del alma, el instrumento humano se convierte en uno con él. Cooperando con el Salvador, llega a ser el instrumento mediante el cual obra Dios. Entonces cuando venga Satanás y se esfuerce por tomar posesión del alma, encontrará que Cristo la ha hecho más fuerte que el hombre fuerte armado (Comentarios de Elena G. de White en Comentario bíblico adventista del séptimo día, t. 5, pp. 1067, 1068).

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