• abril 10, 2024

Abril 10 – LA SENDA DEL CRISTIANO – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA DE PROGRESO MI VIDA HOY Mas la senda de los justos es como la luz de la…

 Abril 10 – LA SENDA DEL CRISTIANO – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA DE PROGRESO

MI VIDA HOY

Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Los jóvenes pueden recibir gracia de Cristo todos los días, verán resplandecer la luz con más fulgor a medida que avancen en la senda de la santidad…
(Prov. 4:18)

El crecimiento en la gracia no os inducirá a ser orgullosos jactanciosos, ni alimentará vuestra confianza propia; en cambio os hará más conscientes de vuestra insignificancia, de vuestra total dependencia de Dios. El que crece en la gracia siempre tratará de alcanzar el cielo, y de obtener clara visión de la plenitud de las providencias del Evangelio.

Los jóvenes pueden ser libres en Cristo; pueden ser hijos de la luz y no de las tinieblas. Dios quiere que todos los jóvenes renuncien a todos los malos hábitos, que sean diligentes en los negocios fervientes en espíritu, sirviendo al Señor. Jesús os ayudará, de modo que no necesitéis permanecer indolentes, sin afanaros por corregir vuestros errores o mejorar de conducta. La sinceridad de vuestras oraciones se pondrán en evidencia por el vigor del esfuerzo que hagáis para obedecer los mandamientos de Dios. Podéis proceder con tino, y renunciar a cada paso a los malos hábitos y compañías, creyendo que el Señor renovará vuestro corazón por el poder de su Espíritu…

No excuséis vuestros defectos de carácter; por lo contrario, vencedlos con la gracia de Cristo. Luchad con las malas pasiones que condena la Palabra de Dios, porque al ceder a ellas, os rebajáis. Arrepentíos del pecado mientras la suave voz de la Misericordia os invita; porque éste es el primer paso que podéis dar en el caso de la obra más noble. Luchad con tesón por dominar todas las facultades que Dios os concedió. (YI, 11-08-1892)

La senda del justo es progresiva, y va de fortaleza en fortaleza de gracia en gracia, y de gloria en gloria. El resplandor divino aumentará cada vez más, de acuerdo con nuestro proceder y nuestro esfuerzo progresivo, y así nos capacitará para hacer frente a las responsabilidades y situaciones difíciles que nos aguardan. (RH, 22-06-1886) (108)

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