Jueves 2 de marzo – “GUÁRDENSE DE TODA AVARICIA”

“GUÁRDENSE DE TODA AVARICIA” “Y les dijo: ‘¡Cuidado! Guárdense de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en…

 Jueves 2 de marzo – “GUÁRDENSE DE TODA AVARICIA”

“GUÁRDENSE DE TODA AVARICIA”

“Y les dijo: ‘¡Cuidado! Guárdense de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee’ ” (Luc. 12:15).

Jueves: 2 de Marzo

CÓMO VENCER LA CODICIA

La codicia es un problema del corazón, y al igual que el orgullo y el egoísmo, a menudo pasa desapercibida; por eso puede ser tan mortal y engañosa. Ya es bastante difícil vencer los pecados que son obvios: la mentira, el adulterio, el robo, la idolatría, la transgresión del sábado. Pero estos son actos externos, cosas en las que tenemos que pensar antes de hacerlas. Pero, ¿cómo hacer para superar los pensamientos equivocados? Eso se pone dificil.

Lee 1 Corintios 10:13. ¿Qué promesa encontramos aquí, y por qué es tan importante entender esto en el contexto de la codicia?

Entonces, ¿cómo, con el poder de Dios, podemos estar protegidos contra este pecado peligrosamente engañoso?

  • 1. Tomar la decisión de servir a Dios y depender de él, y de ser parte de su familia. “Elijan hoy a quien servir […]; que yo y mi casa serviremos al Señor” ( Jos. 24:15 ).
  • 2. Orar diariamente e incluir Mateo 6:13 : “No nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal. Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria por todos los siglos”. Cuando sientas codicia por algo que sabes que no deberías tener, ora por ello, reclamando las promesas de la Biblia para obtener la victoria, como 1 Corintios 10:13.
  • 3 . Estudiar la Biblia en forma regular. “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” ( Sal. 119:11 ).

Jesús abordo el problema de la humanidad con el pecado. Él fue tentado en todo, así como nosotros. Y, para poder resistir, pasaron noches enteras en comunión de oración con su Padre. Y Jesús no dejó esta Tierra hasta que abrió camino con el ejemplo, y luego prometió poder para que cada persona tenga una vida de fe y obediencia, y desarrolle un carácter como el de Cristo.
“Busquen al Señor mientras puede ser hallado, llámenlo en tanto que está cerca. Deje el impío su camino, y el hombre malo sus pensamientos; y vuélvase al Señor, quien tendrá de él misericordia, ya nuestro Dios, que es amplio en perdonar” ( Isaías 55:6, 7 ).

¿Qué consecuencias provocó la codicia en tu vida? ¿Qué lecciones aprendiste? ¿Qué podrías necesitar aprender de ellas?

Comentarios Elena G.W

El pecado mortal que condujo a Acán a la ruina tuvo su origen en la codicia, que es, entre todos los pecados, el más común y el que se considera con más liviandad. Mientras que otros pecados se averiguan y se castigan, ¡cuán raro es que se censure ni siquiera la violación del décimo mandamiento! La historia de Acán nos enseña la enormidad de ese pecado y adecuadas son sus terribles consecuencias. La codicia es un mal que se desarrolla gradualmente. Acán albergó avaricia en su corazón hasta que ella se hizo hábito en él y le ató con cadenas casi imposibles de romper. Aunque fomentara este mal, le habría horrorizado el pensamiento de que pudiera acarrear un desastre para Israel; pero el pecado embotó su percepción, y cuando le sobrevino la tentación cayó fácilmente. ¿No se cometen aun hoy pecados semejantes a ese, y frente a advertencias tan solemnes y limpias como las dirigidas a los israelitas? Se nos prohíbe tan expresamente albergar la codicia como se le prohibió a Acán que tomara despojos en Jericó. Dios declara que la codicia o avaricia es idolatría. Se nos amonesta:… “Mirad, y guardaos de toda avaricia”. Lucas 12:15 … Tenemos ante nosotros la terrible suerte que corrieron Acán, Judas, Ananías y Safira. Y aun antes de estos casos tenemos el de Lucifer, aquel “hijo de la mañana” que, codiciando una posición más elevada, perdió para siempre el resplandor y la felicidad del cielo. Y no obstante, a pesar de todas estas advertencias, la codicia reina por todas partes ( Historia de los patriarcas y profetas , p. 530). Dios proveyó para que no seamos tentados más allá de lo que podemos soportar, y que para toda tentación preparará una salida. Si vivimos totalmente para Dios, no permitiremos que nuestra mente se entregue a imaginaciones egoístas. Si de alguna manera Satanás puede obtener acceso a la mente, sembrará su cizaña y la hará crecer al punto de producir una cosecha abundante. En ningún caso Satanás puede dominar los pensamientos, palabras y actos, a menos que voluntariamente le abramos la puerta y le invitemos a pasar. Entrará entonces y, arrebatando la buena semilla del corazón, anulará el efecto de la verdad. Todos los que llevan el nombre de Cristo necesitan velar, orar y guardar las avenidas del alma; porque Satanás está obrando para corromper y destruir, si se le concede la menor ventaja ( El hogar cristiano , p. 365). ( 1 Corintios 10:12, 13). Estas palabras se dan para las personas que aún están relacionadas con el mundo, sujetas a tentaciones e influencias que son engañosas y alucinantes. Mientras mantengan fija su atención en Aquel que es su sol y su escudo, las tinieblas y la oscuridad que las rodean no dejarán una mancha ni una mácula en sus vestiduras. Caminarán con Cristo; orarán, creerán y trabajarán para salvar a las almas que están a punto de perecer. Están tratando de romper las ataduras con que Satanás las ha ligado, y no serán avergonzadas si por fe hacen de Cristo su compañero. El gran engañador permaneció constantemente tentaciones y engaños para echar a perder la obra de los seres humanos; pero si confían en Dios, si son mansos, humildes y dóciles de corazón, si perseveran en el camino del Señor, el cielo se regocijará porque ganarán la victoria. Dios dice:El Cristo triunfante , pág. 49).

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