Jueves 31 de agosto – EL MODELO MATRIMONIAL DE “UNA SOLA CARNE” – CÓNYUGES: JUNTOS EN LA CRUZ

CÓNYUGES: JUNTOS EN LA CRUZ “Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó…

 Jueves 31 de agosto – EL MODELO MATRIMONIAL DE “UNA SOLA CARNE” – CÓNYUGES: JUNTOS EN LA CRUZ

CÓNYUGES: JUNTOS EN LA CRUZ

“Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla y limpiarla en el lavado del agua, por la palabra, para presentarla para sí una iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga ni cosa semejante; antes, que sea santa e inmaculada” (Efe. 5:25-27).

Jueves: 31 de agosto

EL MODELO MATRIMONIAL DE “UNA SOLA CARNE”

Estudia el relato de la Creación en Génesis 2:15 al 25. ¿Qué sucede en la historia antes de la declaración acerca de que el esposo y la esposa son “una sola carne” (Gén. 2:24)?

 

Génesis 2:15-25

15 Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. 16 Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; 17 mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás. 18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. 19 Jehová Dios formó, pues, de la tierra toda bestia del campo, y toda ave de los cielos, y las trajo a Adán para que viese cómo las había de llamar; y todo lo que Adán llamó a los animales vivientes, ese es su nombre. 20 Y puso Adán nombre a toda bestia y ave de los cielos y a todo ganado del campo; mas para Adán no se halló ayuda idónea para él. 21 Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar. 22 Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. 23 Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; esta será llamada Varona, porque del varón fue tomada. 24 Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.

Una clave para aplicar el consejo de Pablo a las esposas y los esposos es ver su referencia a Génesis 2:24 (en Efe. 5:31) como su punto culminante. Al meditar sobre la historia de la Creación de Génesis, Pablo considera las necesidades de las congregaciones cristianas, y la salud de las relaciones familiares dentro de ellas. Él percibe en Génesis 2:24 un mensaje que resuena a lo largo del tiempo. Por diseño divino, el matrimonio está destinado a ser una relación de “una sola carne”, donde la unidad emocional y espiritual se refleja en la unidad sexual, y es lo que le da sentido a la relación sexual.

Ten en cuenta que al optar por Génesis 2:24, Pablo selecciona una declaración sobre el matrimonio formulada antes de la Caída y la aplica a las relaciones entre cónyuges cristianos. En nuestro mundo notoriamente posterior a la Caída, la explotación desenfrenada de la relación sexual entre un hombre y una mujer en las culturas modernas revela cuán profundamente arraigada está la idea de que la unión sexual representa la subyugación de la mujer. Pablo argumenta que la relación sexual, según se refleja en Génesis, no es de subyugación sino de unión. No simboliza ni representa el dominio del varón sino la unión de marido y mujer, hasta tal punto que son “una sola carne”. Por ende, tanto de Efesios 5:21 al 33 como de Génesis 2:24 podemos esperar una teología importante, contracultural y correctiva del matrimonio y la sexualidad.

 En este mismo contexto, en el siguiente versículo Pablo habla de un “misterio profundo” (ver Efe. 5:32, NVI). Esto incluye ambas caras de la doble metáfora que Pablo ha estado analizando: el matrimonio cristiano entendido a la luz de la relación de Cristo con su iglesia (Efe. 5:32), y la relación de Cristo con su iglesia entendida a la luz del matrimonio cristiano (Efe. 5:32).

 El matrimonio cristiano se eleva al compararlo con la relación entre Cristo y la iglesia. Además, al pensar en la relación de la iglesia con Cristo a través de la lente de un matrimonio cristiano afectuoso, los creyentes adquieren mayor claridad acerca de su relación compartida con Cristo.

¿De qué manera Efesios 5:33 sirve como resumen conciso del consejo de Pablo en Efesios 5:21 al 32? Si estás casado, ¿cómo podrías implementar más cabalmente estos principios en tu matrimonio?

Comentarios Elena G.W

Si en el seno de nuestras familias conserváramos tierno el corazón; si se manifestara una noble y generosa deferencia por los gustos y las opiniones de cada cual; si la esposa buscara oportunidades de expresar su amor por su esposo mediante actos corteses; y el marido manifestara la misma amable consideración hacia su esposa, los hijos participarían del mismo espíritu. Esta influencia impregnaría todo el hogar, y ¡cuánta miseria evitarían las familias! Los hombres no andarían recorriendo hogares para encontrar felicidad, y las mujeres no desfallecerían por falta de amor, ni perderían el ánimo ni la dignidad para convertirse en inválidas de por vida. Se nos ha concedido solo una existencia, y mediante cuidados, trabajo y dominio propio se la puede hacer soportable, placentera y hasta feliz (Cada día con Dios, p. 333).

El verdadero amor no es una pasión impetuosa, ardiente y dominante. Por el contrario, es de naturaleza profunda y serena. Ve más allá de lo externo y es atraído únicamente por las cualidades. Es sabio y prudente para discernir y escoger y su devoción es real y duradera.

Los corazones que están henchidos del amor de Cristo no pueden separarse mucho. La religión es amor, y el hogar cristiano es un lugar donde el amor reina y halla expresión en palabras y actos de bondad servicial y gentil cortesía…

Jesús quiere ver matrimonios y hogares felices.

Los hombres y las mujeres pueden alcanzar el ideal que Dios les señala si invocan la ayuda de Cristo. Lo que la humana sabiduría no puede lograr, la gracia de Dios lo hará en quienes se entregan a él con amor y confianza. Su providencia puede unir los corazones con lazos de origen celestial. El amor no será tan solo el intercambio de palabras dulces y aduladoras. El telar del cielo hecho con la trama más fina, produce tela más fuerte que los telares de la tierra. Su material no es débil sino que es un tejido capaz de resistir cualquier prueba por severa que sea. El corazón quedará unido al corazón con lazos áureos de amor perdurable (The Faith I Live By, p. 255; parcialmente en La fe por la cual vivo, p. 257).

Las dos personas que unen su interés en la vida tendrán distintas características y responsabilidades individuales… La esposa ha de agraciar el círculo familiar como esposa y compañera de un esposo sabio. A cada paso debe ella preguntarse:… ¿Cómo haré para que mi influencia sea como la de Cristo en mi hogar?» El marido debe dejar saber a su esposa que él aprecia su trabajo.

La esposa ha de respetar a su marido. El ha de amar y apreciarla a ella: y así como los une el voto matrimonial, su creencia en Cristo debe hacerlos uno en él. ¿Qué podría agradar más a Dios que el ver a los que contraen matrimonio procurar juntos aprender de Jesús y llegar a compenetrarse cada vez más de su Espíritu? (El hogar cristiano, p. 99).

Elena G.W

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