Jueves 7 de diciembre – CRUZAR LA LINEA – MISIÓN EN FAVOR DE LOS NO ALCANZADOS: PRIMERA PARTE

MISIÓN EN FAVOR DE LOS NO ALCANZADOS: PRIMERA PARTE “El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay…

 Jueves 7 de diciembre – CRUZAR LA LINEA – MISIÓN EN FAVOR DE LOS NO ALCANZADOS: PRIMERA PARTE

MISIÓN EN FAVOR DE LOS NO ALCANZADOS: PRIMERA PARTE

“El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas” (Hech. 17:24).

Jueves: 7 de diciembre

CRUZAR LA LINEA

Lee Hechos 17:24 al 34. ¿Cómo continúa Pablo su testimonio?

 

Hechos 17:24-34

24 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25 ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. 26 Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación; 27 para que busquen a Dios, si en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han dicho: Porque linaje suyo somos. 29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la Divinidad sea semejante a oro, o plata, o piedra, escultura de arte y de imaginación de hombres. 30 Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; 31 por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos. 32 Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez. 33 Y así Pablo salió de en medio de ellos. 34 Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.

También es interesante señalar que Pablo citó a algunos de los autores atenienses que habían escrito algo bastante cercano a la verdad bíblica, lo que le brindó a Pablo la oportunidad de llevar a sus oyentes un paso más adelante. Es decir, utilizó su familiaridad con las creencias de ellos para buscar un terreno común y así llevarlos un paso más allá. No cabe duda: al tratar de alcanzar a otros, el hecho de estar familiarizados con lo que creen y buscar puntos en común puede ser un método poderoso para alcanzar a la gente.

Observa también que Pablo utiliza estos puntos de coincidencia con ellos para luego llegar adonde él quería: la resurrección de Jesús y la esperanza que ofrecía a todos. Lucas describe las reacciones a las últimas palabras de Pablo sobre la resurrección. Algunos se burlaron de la idea; otros dijeron que querían que Pablo les volviera a hablar del asunto; y algunos creyeron. Lo clave en esta historia, en el marco de nuestro estudio, es que todos ellos realmente habían escuchado. Y esa era la esperanza de Pablo desde el principio.

Sabemos que algunos rechazarán el evangelio, pero debemos hacer todo lo posible para asegurarnos de que, antes de que lo rechacen, entiendan lo que están rechazando. Pablo, con su método de trabajo entre los atenienses y su uso estratégico de lo que había estudiado y aprendido de ellos, se aseguró de que oyeran, con la mente abierta, que existía un Dios al que no conocían pero que los había creado. Este Dios los amaba y quería darse a conocer. Había sido misericordioso con ellos, a pesar de su ignorancia. Pero se acercaba el día del Juicio Final. Y, si todo esto sonaba demasiado increíble, había pruebas verificables de ello en la resurrección de Cristo.

Ahora que la gente realmente había escuchado y comprendido el mensaje, tenía que decidir personalmente si lo rechazaría de plano o investigaría más a fondo. Y algunos investigaron más y se convirtieron en seguidores de Jesús (Hech. 17:34).

Desafío: En oración, pide a Dios que te guíe específicamente para saber cuál es la mejor manera de testificar a alguien que conoces.

 

Desafío avanzado: Explora las redes sociales como un posible “Areópago”, para que presentes el evangelio a los no creyentes con la claridad y la discreción de Pablo.

Comentarios Elena G.W

[Pablo] estaba en una posición desde donde hubiera podido fácilmente decir algo que irritara a sus orgullosos oyentes y lo metiera en dificultad. Si su discurso hubiera sido un ataque directo contra sus dioses y los grandes hombres de la ciudad, hubiera estado expuesto a sufrir la suerte de Sócrates. Pero con un tacto nacido del amor divino, apartó cuidadosamente sus mentes de las deidades paganas, y les reveló el Dios verdadero, que era desconocido para ellos (Los hechos de los apóstoles, p. 241).

[Clon palabras tomadas de un poeta suyo pintó al Dios infinito como a un Padre cuyos hijos eran. «En él vivimos, y nos movemos, y somos —declaró—; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de este somos también, Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la Divinidad ser semejante a oro, o a plata, o a piedra, escultura de artificio o de imaginación de hombres…

Al hablar Pablo de la resurrección de los muertos, «unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto otra vez»…

Entre los que escucharon las palabras de Pablo había algunos en cuyas mentes produjeron convicción las verdades presentadas; pero no quisieron humillarse para reconocer a Dios y aceptar el plan de la salvación. Ninguna elocuencia de palabras, ni fuerza de argumentos, puede convertir al pecador. Solo el poder de Dios puede aplicar la verdad al corazón. El que se aparta persistentemente de este poder no puede ser alcanzado. Los griegos buscaban sabiduría; sin embargo, el mensaje de la cruz era locura para ellos porque estimaban su propia sabiduría más que la que viene de lo alto (Los hechos de los apóstoles, pp. 194, 195).

La promesa de Dios es: «Me buscaréis y me hallaréis cuando me buscareis de todo vuestro corazón». Jeremías 29:13.

Debemos dar a Dios todo el corazón, o no se realizará el cambio que se ha de efectuar en nosotros, por el cual hemos de ser transformados conforme a la semejanza divina. Por naturaleza estamos enemistados con Dios. El Espíritu Santo describe nuestra condición en palabras como estas: «Muertos en las transgresiones y los pecados» (Efesios 2: 1), «la cabeza toda está ya enferma, el corazón todo desfallecido,» «no queda ya en él cosa sana». Isaías 1:5, 6. Nos sujetan firmemente los lazos de Satanás, «por el cual» hemos «sido apresados, para hacer su voluntad». 2 Timoteo 2:26. Dios quiere sanarnos y libertarnos. Pero como esto exige una transformación completa y la renovación de toda nuestra naturaleza, debemos entregarnos a él completamente (El camino a Cristo, p. 43).

[C]ada hombre está libre para elegir el poder que quiera ver dominar sobre él. Nadie ha caído tan bajo, nadie es tan vil que no pueda hallar liberación en Cristo. El endemoniado, en vez de oraciones, solo podía pronunciar las palabras de Satanás; sin embargo, la muda súplica de su corazón fue oída. Ningún clamor de un alma en necesidad, aunque no llegue a expresarse en palabras, quedará sin ser oído. Los que consienten en hacer pacto con el Dios del cielo no serán abandonados al poder de Satanás ni a las flaquezas de su propia naturaleza (El ministerio de curación, p. 62).

Elena G.W

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