Martes 26 de septiembre – SOMOS LA IGLESIA DEL DIOS VIVO

EFESIOS EN EL CORAZÓN “Porque por gracia han sido salvados por la fe. Y esto no proviene de ustedes, sino…

 Martes 26 de septiembre – SOMOS LA IGLESIA DEL DIOS VIVO

EFESIOS EN EL CORAZÓN

“Porque por gracia han sido salvados por la fe. Y esto no proviene de ustedes, sino que es el don de Dios. No por obras, para que nadie se gloríe; porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, que Dios de antemano preparó para que anduviésemos en ellas” (Efe. 2:8-10).

Martes: 26 de septiembre

SOMOS LA IGLESIA DEL DIOS VIVO

¿Por qué es importante y emocionante integrar la iglesia de Dios? Efesios 3.

 

Efesios 3

 

1 Por esta causa yo Pablo, prisionero de Cristo Jesús por vosotros los gentiles; si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros; que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente, leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo, misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio, del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado según la operación de su poder. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas; 10 para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él; 13 por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria. 14 Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, 16 para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; 17 para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, 18 seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, 19 y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. 20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, 21 a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

Cobramos ánimo cuando escuchamos que los miembros de la iglesia dicen cosas positivas acerca de la iglesia. Sin embargo, los más entusiastas entre nosotros se quedan cortos ante el exuberante testimonio de Pablo en Efesios 3 acerca de la iglesia. Pablo comienza un informe de sus oraciones por los creyentes en Éfeso (Efe. 3:1; comparar con Efe. 1:15–23), pero hace una pausa para hablar de la creación de la iglesia por parte de Dios (Efe. 3:2–13), y luego termina su reseña de oración (Efe. 3:14–21). De camino llegamos a entender cosas importantes sobre el “plan” o el “misterio” de Dios:

  • En la eternidad, Dios concibe “el misterio” o “el plan” acerca de la iglesia (Efe. 3:3–5, 9, 11).
  • Mediante la vida y la muerte de Jesús, ese plan oculto durante mucho tiempo se “cumple” (Efe. 3:11, NVI; comparar con Efe. 2:11–22).
  • Por revelación, Pablo conoce “el misterio” de la iglesia y el asombroso hecho de que los gentiles deben ser socios de pleno derecho en ella (Efe. 3:3–6).
  • Pablo participa de la difusión de esta buena nueva como predicador a los gentiles de “la insondable riqueza de Cristo” (Efe 3:8, 9).
  • Con muchas almas ganadas para Cristo, la iglesia, compuesta de judíos y gentiles, les muestra “la multiforme sabiduría de Dios” a “los principados y potestades de los Cielos” (Efe. 3:10), y les anuncia su juicio venidero (comparar con Efe. 6:10-20). El plan para unir todas las cosas en Cristo (Efe. 1:10) está en marcha, y su tiempo es corto.

Esta percepción de la iglesia motiva a Pablo a orar por los creyentes. ¿Por qué no imaginarlo elevando la sincera oración de Efesios 3:14 al 21 por ti? ¿Por qué no imaginarlo orando para que tú seas lleno “de toda la plenitud de Dios” (Efe. 3:19) y para que participes plenamente del asombroso misterio en expansión de una iglesia unida?

¿Cuáles son los tipos de barreras entre los creyentes de nuestra iglesia que, a la luz de lo que Pablo ha escrito, no deberían existir? ¿Qué puedes hacer para ayudar a eliminarlos?

Comentarios Elena G.W

Dios me ha ordenado decir a su pueblo, tanto a ministros como a laicos: «Colóquense sobre un terreno más elevado. Avancen y asciendan continuamente por el sendero que Jesús transitó. No confíen en sus propias opiniones. Su única seguridad se encuentra en la santificación mediante la verdad». El Señor Dios de Israel espera que su pueblo sea firme en la fuerza del Señor y en su poder, recibiendo para impartir. Dios levanta y sostiene a los que le sirven con toda su mente y corazón y fuerza…

Al hablar del «misterio escondido desde los siglos en Dios», Pablo dice: «A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anunciar entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos cuál sea la dispensación del misterio… La iglesia de esta tierra no solo ha de revelar la gloria de Dios a los habitantes de este mundo, sino a los principados y potestades en los lugares celestiales.

Dios escogió para sí un pueblo entre los gentiles, y les dio el nombre de cristianos. Este es un nombre real, y se les concede a los que se unen a Cristo (Exaltad a Jesús, p. 285).

El plan que Dios se propone llevar a cabo hoy mediante su pueblo, es el mismo que deseaba llevar a cabo mediante Israel cuando lo sacó de Egipto. Contemplando la bondad, la misericordia, la justicia y el amor de Dios revelados en la iglesia, el mundo ha de obtener una representación de su carácter. Y cuando la ley de Dios quede así manifestada en su vida, el mundo reconocerá la superioridad de los que aman, temen y sirven a Dios por encima de todos los demás habitantes de la tierra.

Los ojos del Señor observan a cada uno de sus hijos; él tiene planes para cada uno de ellos. Él se propone que quienes practiquen sus santos preceptos constituyan un pueblo distinguido. Al pueblo de Dios de este tiempo, tanto como al antiguo Israel, se le aplican las palabras que Moisés escribió por inspiración del Espíritu: «Porque tú eres pueblo santo para Jehová tu Dios; Jehová tu Dios te ha escogido para serle un pueblo especial, más que todos los pueblos que están sobre la tierra». Deuteronomio 7:6…

Ni siquiera estas palabras alcanzan a expresar la grandeza y la gloria de lo que Dios realizará mediante su pueblo. Es necesario que no tan solo a este mundo, sino que al universo entero le sean revelados los principios del reino divino (Testimonios para la iglesia, t. 6, p. 21).

Elena G.W

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *