Miércoles 10 de abril – ASISTENCIA A LA COMUNIDAD – ¿AMOR O EGOÍSMO? ESA ES LA CUESTIÓN

¿AMOR O EGOÍSMO? ESA ES LA CUESTIÓN “No temas, que yo estoy contigo. No desmayes, que yo soy tu Dios…

 Miércoles 10 de abril – ASISTENCIA A LA COMUNIDAD – ¿AMOR O EGOÍSMO? ESA ES LA CUESTIÓN

¿AMOR O EGOÍSMO? ESA ES LA CUESTIÓN

“No temas, que yo estoy contigo. No desmayes, que yo soy tu Dios que te fortalezco. Siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia” (Isa. 41:10).

Miércoles: 10 de abril

ASISTENCIA A LA COMUNIDAD

La iglesia cristiana primitiva crecía no solo porque sus miembros predicaban el evangelio, sino porque lo vivían. Los creyentes imitaban el ministerio de Cristo, que “recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas, predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y dolencia de la gente” (Mat. 4:23). Jesús se preocupaba, se interesaba profundamente por la gente, y lo mismo hacía la iglesia del Nuevo Testamento. Fue este amor abnegado y el compromiso de satisfacer las necesidades humanas, combinados con la difusión de las buenas nuevas del evangelio con el poder del Espíritu Santo, lo que tuvo tanto impacto en el mundo en los primeros siglos de la iglesia cristiana.

Lee Hechos 2:44 al 47; 3:6 al 9; y 6:1 al 7. Aunque las circunstancias varían, ¿qué principios podemos aprender de estos pasajes sobre el cristianismo auténtico?

 

Hechos 2:44-47

44 Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; 45 y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. 46 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.

 

Hechos 3:6-9

Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.

 

Hechos 6:1-7

En aquellos días, como creciera el número de los discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los hebreos, de que las viudas de aquellos eran desatendidas en la distribución diaria. Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos. Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.

Estos creyentes del Nuevo Testamento siguieron el modelo de Cristo, a quien, como expresó Pedro, “Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder, y […] pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hech. 10:38). La iglesia de Cristo era su cuerpo en la Tierra, y también en estos primeros siglos expresó el amor abnegado de Cristo y su preocupación por la humanidad herida y quebrantada. Estos creyentes eran ejemplos vivos de la compasión de Cristo.

En el gran conflicto que asola al universo, el diablo quiere desfigurar la imagen de Dios en la humanidad, mientras que el propósito es restaurarla. Esto incluye la restauración física, mental, emocional y espiritual.

En Juan 10:10, Jesús revela su plan para cada uno de nosotros: “El ladrón no viene sino a hurtar, matar y destruir. Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Él anhela que estemos físicamente sanos, mentalmente alerta, emocionalmente estables y espiritualmente enteros.

Esto es especialmente cierto a la luz de la promesa de su segunda venida. Este mundo enfrenta una enorme crisis. Las mismas predicciones de Jesús en Mateo 24 y Lucas 21 anticipan condiciones catastróficas en la Tierra antes de su venida. Cuando Cristo nos toca con su gracia sanadora, anhelamos alcanzar a otros con el amor de Cristo para que puedan ser sanados. Jesús nos envía a un mundo quebrantado como embajadores de Cristo para tocar a otros con su amor. El cristianismo del Nuevo Testamento se caracterizó por el amor de los cristianos entre sí y por sus comunidades.

Para analizar: ¿Qué función cumple la iglesia en la cooperación con Cristo para demostrar que las acusaciones de Satanás son falsas?

Comentarios Elena G.W

No puede haber cosa tal como una vida estrecha para toda alma relacionada con Cristo. Los que aman a Jesús con mente, alma y corazón, y a su prójimo como a sí mismos, tienen un amplio campo para usar su habilidad e influencia. Ningún talento debe usarse para la complacencia propia. El yo debe morir y nuestras vidas deben estar escondidas con Cristo en Dios…

Aquellos que se despojan de sí mismos, los reflexivos y concienzudos, no pueden alzar los ojos hacia Cristo, el Salvador vivo, sin sentimientos de asombro y de la más profunda humildad. El mirar continuamente a Jesús vivificará al alma en Dios. Hemos de amar a Jesús, hemos de amar al Padre que lo envió al mundo, porque lo vemos en una luz maravillosa, llena de gracia y de verdad. Jesús declara: «Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre» (Mateo 11:27)… «Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra». Mateo 28:18. ¿Para qué? Para poder dar dones a los hombres, para que ellos puedan poner todas sus facultades a su servicio para dar a conocer el maravilloso amor con el cual él nos amó (In Heavenly Places, p. 60; parcialmente en En los lugares celestiales, 23 de febrero, p. 62).

En torno de nosotros, por todas partes se oyen los lamentos de tristeza del mundo. Por doquiera están los necesitados y afligidos. A nosotros nos toca ayudarlos a aligerar y suavizar las durezas y la miseria de la vida.

La obra práctica tendrá mucho más efecto que el mero sermonear. Hemos de dar alimento al hambriento, vestir al desnudo y proteger al que no tiene hogar. Y se nos llama a hacer más que esto. Únicamente el amor de Cristo puede satisfacer las necesidades del alma. Si Cristo habita permanentemente en nosotros, nuestros corazones estarán llenos de divina simpatía. Las fuentes selladas del amor fervoroso, semejante al de Cristo, serán abiertas (Palabras de vida del gran Maestro, p. 343).

Hay muchas personas que han perdido la esperanza. Devolvedles la luz del sol. Muchos han perdido su valor. Habladles alegres palabras de aliento. Orad por ellos. Hay personas que necesitan el pan de vida. Leedles de la Palabra de Dios. Muchos están afectados de una enfermedad del alma que ningún bálsamo humano puede alcanzar y que ningún médico puede curar. Orad por esas almas. Llevadlas a Jesús. Decidles que hay bálsamo en Galaad y que también hay allí Médico.

Es el privilegio de toda alma ser un canal vivo por medio del cual Dios pueda comunicar al mundo los tesoros de su gracia, las inescrutables riquezas de Cristo. No hay nada que Cristo desee tanto como agentes que representen al mundo su Espíritu y carácter. No hay nada que el mundo necesite tanto como la manifestación del amor del Salvador mediante la humanidad. Todo el cielo está esperando que haya canales por medio de los cuales pueda derramarse el aceite santo para que sea un gozo y una bendición para los corazones humanos…

Desea que nosotros revelemos su propio gozo en nuestra vida (Palabras de vida del gran Maestro, pp. 344, 345).

Elena G.W

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *