• abril 21, 2024

Abril 21 – EL TALENTO DEL TIEMPO – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA DE PROGRESO MI VIDA HOY Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios; redimiendo…

 Abril 21 – EL TALENTO DEL TIEMPO – Mi Vida Hoy

TEMA: UNA VIDA DE PROGRESO

MI VIDA HOY

Mirad, pues, cómo andéis avisadamente; no como necios, mas como sabios; redimiendo el tiempo, porque los días son malas. (Col. 4:6)

Dios concede talentos a los hombres, no para que los dejen inactivos o los empleen para propia satisfacción, sino a fin de que se los use para bendición de los demás. Dios brinda a los hombres el don del tiempo con el propósito de fomentar su gloria. Cuando se emplea el tiempo en placeres egoístas, tales horas se pierden para toda la eternidad. (CMPA:354)

Nuestro tiempo pertenece a Dios. Cada momento es suyo, y nos hallamos bajo lo más solemne obligación de aprovecharlo para su gloria. De ningún otro talento que él nos haya dado requerirá más estricta cuenta que de nuestro tiempo.

El valor del tiempo sobrepuja todo cómputo. Cristo consideraba precioso todo momento, y así es como hemos de considerarlo nos. otros. La vida es demasiado corta para que se la disipe. No tenemos sino unos pocos días de gracia en los cuales prepararnos para la eternidad…

Apenas los miembros de la familia humana han empezado a vivir, cuando comienzan a morir, y la labor incesante del mundo termina en la nada a menos que se obtenga un verdadero conocimiento respecto a la vida eterna. El hombre que aprecia el tiempo como su día de trabajo, se preparará para una mansión y una vida inmortales. Vale la pena que él haya nacido…

La vida es demasiado solemne para que sea absorbida en asuntos temporales o terrenos, en un tráfago de cuidados y ansiedades por las cosas que no son sino un átomo en comparación con las de interés eterno. Sin embargo, Dios nos ha llamado a servirle en los asuntos temporales de la vida. La diligencia en esta obra es una parte de la verdadera religión tanto como lo es la devoción. La Biblia no sanciona la ociosidad. Esta es la mayor maldición que aflige a nuestro mundo. Cada hombre y mujer verdaderamente convertido será un obrero diligente. (PVGM:342-343)

Cada momento está preñado de consecuencias de carácter eterno. (YI, 30-06-1898) (119)

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